Con una filosofía que respeta los tiempos y ciclos de la naturaleza, Viña Vistamar presenta un portafolio de tintos y blancos únicos en su estilo: frescos, de una destacada intensidad aromática y gran balance.
Su nombre refleja la génesis del proyecto: brindar vinos que provinieran del fresco y costero valle de Casablanca. Literalmente, vinos con vista al mar. La idea inicial, bastante adelantada para su tiempo, fue del enólogo Pablo Morandé, fundador de la viña, quien años antes ya había descubierto el tremendo potencial del valle.
Al poco andar, en Vistamar empezamos a buscar otros campos que nos permitieran contar con un origen de calidad para variedades tintas más tradicionales. Así apareció el fundo La Moralina, ubicado en plena pre-cordillera andina del Valle del Cachapoal. La decisión de incorporar este origen no solo nos permitió validar nuestra apuesta por el frescor como la principal característica de nuestros vinos, sino también incorporar la DO Cachapoal, un segundo origen, cordillerano esta vez, pero con tanta identidad fresca como Casablanca. Con el proyecto tomando cada vez más fuerza, Cristián Carrasco se unió a la bodega para hacer allí una importante experiencia vitivinícola que lo llevaría a estar hoy a cargo de dirigir la elaboración de todos los vinos de Vistamar.
De esta forma, hoy Vistamar es una viña que contempla el ciclo de la naturaleza y su filosofía se basa, en que todos somos parte de ella y que la clave para una vida equilibrada es el tiempo. Maravillado por los ciclos de maduración lenta de las uvas, el enólogo Cristian Carrasco decide crear una colección de vinos que nos invitan a hacer una pausa y a respetar nuestra naturaleza interior.
Selección de Terroirs y Cuarteles de Clima Frío
Vistamar es una viña que ha estudiado por años los terroirs en dónde produce sus vinos. Y su consigna, siempre ha sido buscar sectores con microclimas y condiciones de suelo, que permitan y respeten la maduración de la fruta. Por lo mismo, se ha especializado en terruños de clima fríos, zonas que entregan vinos de mayor balance y verticalidad.
Las corrientes provenientes de la Antártida ejercen una influencia determinante sobre el clima de la costa chilena. Este se caracteriza por cielos cubiertos de espesas neblinas costeras llamadas camanchacas o garúas. La ausencia de lluvias y las temperaturas más frías de lo que deberían ser en esta latitud, permiten que estas neblinas penetren al interior de los valles y que durante la tarde soplen vientos fríos desde el mar hacia la tierra. Estas condiciones, características de los lomajes de la Cordillera de la Costa, sumadas a la gran amplitud térmica entre el día y la noche durante el verano, son ideales para que nuestras variedades de clima frío logren una lenta y pareja madurez.
Maduración Lenta
Sin duda, los vinos de maduración lenta son la especialidad de Vistamar, una viña que ha confirmado la excepcional calidad de las uvas que maduran lentamente en sus terruños de bajas temperaturas. Para la viña este tiempo es recompensado con notas frutales, aromas intensos y una acidez muy característica de sus vinos.
Calidad y elegancia
Los vinos de Viña Vistamar se caracterizan por ser modernos, de estructuras verticales y de gran concentración. Además, la viña está presente en más de 42 países y cuenta con más de 500 reconocimientos con puntajes 90+ en importantes medios especializados nacionales e internacionales.
Cristián Carrasco, el enólogo
Si bien en Vistamar la elaboración de los vinos estuvo inicialmente a cargo de conocidos profesionales, en febrero de 2011, Cristián Carrasco se unió a Morandé Wine Group donde muy pronto pasó a formar parte del equipo enológico como segundo enólogo. Ello le permitió ganar amplia experiencia y compartir el desarrollo de los vinos que Pablo Morandé tenía a su cargo en la viña, especialmente sus premiados espumantes, y con Ricardo Baettig, el actual director enológico de Viña Morandé. A partir de enero de 2016, además de continuar con dichas labores, Cristián empezó abocarse de forma más profunda a los vinos de Vistamar. Este fue un proceso que duró alrededor de tres años, para finalmente asumir, en 2019, el cargo de enólogo jefe en Viña Vistamar.
