Vistamar selecciona minuciosamente sus campos, de forma de poder entregarle tiempo y equilibrio a sus parras. En los valles de Casablanca, Maipo y Maule, ha encontrado esa calma que le permite contar con un portafolio de vinos frescos, jugosos y únicos en su estilo.
Vistamar es una viña que contempla los ciclos y ritmo de la naturaleza y su filosofía se basa en que todos somos parte de ella y que la clave para una vida equilibrada es el tiempo. Es así, como desde sus inicios, en 1997, que Vistamar se ha preocupado especialmente de seleccionar sus campos, los que deben tener la particularidad, de poder entregarle ese tiempo a las parras.
Tras un minucioso estudio, se determinó la excepcional calidad de las uvas que maduran lentamente en sus terruños ubicados en la costa del Pacífico, como es Casablanca, al pie de la cordillera de los Andes-en el valle del Maipo- y al sur de Chile en el valle del Maule. Estos terroirs, en donde las uvas toman su tiempo en madurar, son los que le han entregado a Viña Vistamar un portafolio de tintos y blancos equilibrados, con estructura y verticalidad, pero a la vez gran frescor y presencia de fruta viva, volviendo a su portafolio, algo único en su estilo.
Reconocido internacionalmente por ser uno de los terroirs más destacados de nuestro país, el valle de Casablanca está enclavado entre la cordillera de la Costa y el océano Pacífico, a unos 80 kms de Santiago, en la zona central de Chile. Su condición de “valle de clima frío” le ha dado un excelente reconocimiento que se traduce en condiciones idóneas para el cultivo de variedades tintas como el Pinot Noir y Syrah y de variedades blancas, como el Sauvignon Blanc y Chardonnay.
Con suelos de origen granítico, pobres en materia orgánica y buen drenaje, y un clima costero con frescas brisas marinas y nieblas matinales tempranas, este valle solo ha tenido éxito y reconocimiento. Hoy en día, está renovándose, tanto en su material vitícola de Chardonnay y Pinot Noir con nuevos clones y portainjertos, así como desarrollando prometedores tintos de ciclo medio de maduración, como Syrah, Malbec, Cabernet Franc y Merlot.
De esta zona, son los nuestros vinos Sauvignon Blanc, Chardonnay y Pinot Noir de las líneas Single Estate y Gran Reserva.
El valle del Maipo, por su parte, es una de las regiones vitivinícolas más reconocidas de Chile y se ha ganado su buena reputación, por la excelente producción de vinos de cepas tintas. De hecho, es una de las Denominaciones de Origen de nuestro país que más premios y reconocimientos ha recibido.
Esta zona, emplazada a los pies de la cordillera de los Andes y a la ribera norte del río Maipo, cuenta con suelos ricos en minerales, arenosos-arcillosos y con buena permeabilidad. Su clima es estable, mediterráneo con veranos secos y calurosos e inviernos fríos y húmedos. De este valle son nuestros vinos tintos de Gran Reserva, como el Cabernet Sauvignon, Carmenère y el Blend Cabernet Sauvignon -Syrah.
El valle del Cachapoal, representado principalmente por nuestro campo La Moralina, una zona emplazada sobre suaves lomajes de grandes posibilidades vinícolas, posee un potencial único para variedades tintas tradicionales. Esto, debido a sus suelos cordilleranos, de origen aluvial, así como por sus brisas que descienden cada tarde desde las montañas, creando un microclima de frescor, especialmente en verano, permitiéndole a la uva madurar a su ritmo, sin prisas.
Finalmente, el valle de Maule es la región vitivinícola más grande de Chile y es también, la que más diversidad tiene en términos geográficos y climáticos. El clima de esta zona es principalmente mediterráneo, con gran influencia de viento frío proveniente de la cordillera de los Andes, lo que aumenta la oscilación térmica diaria y reduce el periodo de temperaturas
máximas, ayudando a la maduración de la fruta en buenas condiciones. Sus suelos son mayoritariamente de origen granítico en el llamado Secano Interior y Secano Costero, conformado por la descomposición de rocas graníticas a lo largo de millones de años.
De esta zona son nuestros vinos Cabernet Sauvignon y Carmenère de la línea Reserva de Vistamar. Vinos que destacan por la calidad de su fruta, frescura y complejidad.
